Giuditta Grisi fue la hermana mayor de la gran Giulia Grisi.
Aunque, como mezzo, no cosecho la impresionante fama de la gran soprano milanesa, hay que decir que también fue una gigantesca cantante.
Por ejemplo, nada menos que un Bellini compuso el papel de Romeo para ella, travestida, en "Los Capuletos y los Montescos", opera de la que ya hemos hablado en una entrada anterior.
En esa maravillosa obra, el joven gibelino hace acto de presencia en la tercera escena, acompanado de su séquito de escuderos.
Rapidamente entona su aria "Se Romeo t'uccise un figlio", si Romeo matase a tu hijo, en la que el jefe de los Montescos viene en son de paz frente a sus proverbiales enemigos.
Mas entonces, tanto el padre de Julieta como su prometido, ambos güelfos furibundos, no aceptan el ofrecimiento de acuerdo, por lo que el protagonista de la obra les advierte con la cabaletta "La tremenda ultrice spada", la tremenda espada vengadora.
Como en otras ocasiones, volvemos a confirmar que, a diferencia de lo que se suele decir, la musica belcantista sigue -eso si, con elegancia- la trama. Cuando se trata de paz, suenan las lentas notas, insuperables, de la melodia del genio de Catania; pero al ver que el tenor Tebaldo y el bajo Capellio se niegan al matrimonio de amor y conveniencia entre Julieta y Romeo, éste se enfurece y la orquesta entera adelanta lo que se viene encima.
Asi que de ninguna manera hace falta irse a Verdi o a Wagner para disfrutar del arte total. Rossini, Donizetti y Bellini ya lo habian inventado, y ademas con superior altura.
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