Hace algunos meses, una mujer que se las da de "tradi" y que toca de oidas publico en internet el comentario que sirve de titulo a esta entrada, refiriéndose al revolucionario y usurpador corso que en el colmo del arribismo llego a hacerse llamar nada menos que Emperador.
Recientemente, he leido que, ya confinado el pobre diablo en Santa Elena (para que no molestase mas), le confeso al general Bertrand que, en su opinion, Jesus de Nazareth no habia existido jamas. Lo cuenta Henri Guillemin en su opusculo "L'affaire Jésus" - libro, por otra parte, perfectamente prescindible.
Vamos, ni lo que la historiografia protestante mas extremista (y no digamos la judia) ha llegado jamas a poder afirmar ni admitir.
Esto demuestra el absoluto cacao mental de aquel hitlercillo de la Revolucion Francesa y el no menor cacao mental de sus seguidores galicanos.
Menos mal que, como muestra la caricatura, el pueblo catolico espanol le puso en su sitio.
Aunque pongan los franceses
ResponderEliminarcañones de artillería,
no me quitarán el gusto
de cantar por “Alegrías”.
Con las bombas que tiran♪♪
los fanfarrones
se hacen las gaditanas
tirabuzones.
Que las hembras cabales
en esta tierra
cuando nacen ya vienen
pidiendo guerra.
¡Guerra! ¡Guerra!♪♪
Magnifico poema anti-bonapartista
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