Entre muchos otros, se contagiaron el pequeno Mozart y el joven Haydn.
Al primero no le quedaron marcas de las conocidas pustulas. Al segundo, si; aunque en la mayor parte de sus retratos no se recoge, seguramente para realzar la categoria del musico en la imagen publica. Por eso hemos elegido esta reconstruccion forense de Thomas Becker, en la que se observan los efectos de esa mortifera enfermedad sobre el musico austriaco.
No tanto se aprecia, en el gran compositor, la nariz grande y deformada por un polipo, ni el hecho de que ademas era bajito (paticorto).
Lo cierto es que el bueno de Haydn, del que ya hemos hablado en otra ocasion, no parecia fisicamente muy agraciado.
Mas importante que ello, se diria que la Divina Providencia le protegia una y otra vez para que pudiese legarnos integra su obra inmortal; pues su vida estuvo salpicada de diversos sobresaltos de los que por fortuna pudo recuperarse y alcanzar una edad relativamente avanzada para aquella época.
Entonces como ahora en el caso del coronavirus, la viruela provocaba la confusion en los cientificos. Para intentar combatirla, se empezo a utilizar el procedimiento de la inoculacion; al igual que ocurre hoy con la hidroxicloroquina, algunos se resistian a emplear dicha via de defensa contra la viruela, pues no resultaba plenamente convincente.
Por ejemplo, cuando el padre de Mozart comprobo con horror que tanto Wolfgang como su hermana Nannerl la habian contraido, se nego a suministrarles el tratamiento.
Otros, por el contrario, si recurrieron a él. En la actualidad, el Presidente Donald Trump ha hecho famoso el citado farmaco; a mediados del siglo XVIII, la Emperatriz Maria Teresa se convirtio en la gran defensora de la inoculacion como mal menor, después de haber visto morir a varios de sus propios hijos por culpa de la mortifera viruela.
Solo unos pocos anos después, como es sabido, Jenner invento la vacuna, reduciendo de forma espectacular la peligrosidad de aquella infeccion.
En pleno siglo XXI, todos aguardamos que el mundo cientifico vuelva a dar un paso adelante y nos proteja mediante la vacuna, para que el coronavirus no cause los mismos estragos que la viruela, que por poco no se llevo por delante a Haydn y a Mozart.
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